Aisladas y discriminadas | ||||||||
Cada vez un mayor número de mujeres en Indonesia crían a sus hijos solas, algunas por necesidad y otras por elección. Ahora, el país se encuentra bajo creciente presión para reconocer los derechos de estas mujeres. Lucy Williamson, corresponsal de la BBC en Yakarta, conversó con algunas de ellas sobre su situación.
Sentada en una esquina de la recepción del hotel, Oemi derrama algunas lágrimas al recordar aquel momento. "¡Me emocioné tanto con su reacción!", dice. "Mi madre es una mujer simple; no es una persona sofisticada o que esté en contacto con ideas modernas, pero cuando le conté, prometió apoyarme, aunque esto sea una desgracia para la familia". "Estoy muy contenta porque no habría podido continuar con este proyecto sin el apoyo de mi familia", agrega. Oemi está buscando un donante de esperma. Después de haber conseguido una buena educación y un buen trabajo en la capital, ahora Oemi intenta revertir las reglas de la sociedad indonesa. Y, ella lo sabe, su estatus social no la protegerá del castigo. "El castigo social va a ser muy duro. Tener un hijo sin padre es considerado un pecado. No voy a poder vivir donde mi madre porque todos los vecinos se juntarían y comenzarían a chismosear. No quiero eso para mi bebé", dice. Independencia económica
En la localidad de Sukatani, por ejemplo, hay un grupo de apoyo de para madres solteras. Sentadas en círculo, escuchan la historia de Aiee, una madre joven, que comparte con los demás sus problemas económicos. Aiee está orgullosa de poder enviar a su hija a la escuela. Pero el único trabajo que puede encontrar es como recolectora en los campos de papas y frutillas cerca de su pueblo. El trabajo es duro y su paga es de US$1 por día. Eso no le alcanza para la comida y además los gastos de la escuela.
Este grupo es uno de muchos en todo el país coordinados por la organización Pekka, que tiene como objetivo proteger los derechos de las mujeres jefes de familia. Además de contar con esquemas de micro-créditos y ofrecer ayuda legal, brindan a las madres solteras la oportunidad de juntarse y compartir sus experiencias. Para algunas, esto es lo más valioso. Derechos limitados La mayoría de las madres solteras de Indonesia viven en zonas rurales. Divorciadas, viudas o solteras, éstas son las familias "escondidas" de Indonesia, excluidas de los consejos del pueblo, catalogadas de inmorales y vistas como una amenaza por las otras mujeres.
En ese sentido, las experiencias de mujeres como Aiee no difieren mucho de aquellas que tienen buena educación o un buen trabajo como Oemi. Tal vez Oemi tenga dinero como para ir a un ginecólogo privado en Yakarta, pero eso no significa que pueda conseguir el tratamiento que busca. Incluso conseguir la información que necesita puede ser difícil si no está casada. "Intenté preguntarle a mi ginecóloga sobre el tema, pero muchos de los procedimientos requieren un certificado de matrimonio", dice Oemi. Cambios El gobierno está llevando a cabo una revisión a largo plazo de la posición de la mujer en las leyes indonesas. En los últimos seis años se han producido cambios significativos: las madres no necesitan ahora un certificado de matrimonio para obtener un certificado para su hijo y los niños nacidos de padres no indonesios tienen el derecho a la nacionalidad indonesa.
Grupos como Pekka quieren lograr la igualdad de derechos para las madres solteras y poner fin a la discriminación. Pero incluso los jóvenes indonesios más liberales parecen no estar listos para estos cambios. "Mis amigos que ganan mucho dinero y viven un estilo de vida 'contemporáneo' no están a favor de mi decisión", comenta Oemi. "La atacan, la cuestionan, y me desalientan". A pesar de que el debate está presente en muchas partes, aún son pocos los lugares donde las madres solteras indonesas pueden sentirse en paz. |
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