| Habla Rafael, el hermano mayor del entrenador de la selección: | |
| Bielsa cree en Bielsa: "Chile va a clasificar a Sudáfrica" | |
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| RODRIGO FLUXÁ N. Por más de un año ninguna cámara daba con Marcelo Bielsa. Tras su renuncia a la selección argentina, en septiembre de 2004, el entrenador comenzó un periodo introspectivo en los campos entrerrianos para descomprimirse de los seis años en uno de los trabajos más estresantes de su país. El 18 de octubre de 2005 las cámaras volvieron a encontrarlo. Y de nuevo en un estadio de fútbol -el de Argentinos Juniors- , aunque en un marco muy distinto: fue la gran sorpresa en el cierre de campaña de su hermano Rafael, quien entonces se postulaba como diputado. Ganó esa elección el mayor de los Bielsa, quien a la sazón ya era un peso pesado de la política argentina, luego de desempeñarse como canciller del Presidente Néstor Kirchner. Tras el acto, Bielsa volvió al retiro profesional, que interrumpió el año pasado, cuando se vino a Chile. "Hay dos cosas de las que Rafael no habla en público: de política y de fútbol", advierte Marcelo Von Schmelling, su asesor. Tiene sus razones: retirado de la actividad pública, sus opiniones no suelen estar amarradas a la polémica. Dato útil: también le apodan "Loco". En el fútbol -materia que domina ampliamente, pues ha escrito dos libros- lo mismo. Ya sea como férrea oposición al polémico presidente de Newell's Old Boys (Eduardo López) u opinando de su hermano. Esas "intromisiones" -como las califica Marcelo- le han costado más de algún mal rato a Rafael. Aun así, y luego de tres años de silencio, Rafael accede a hablar de fútbol. -Dos hermanos así de fanáticos del fútbol. ¿De dónde tanta pasión? "De la casa de mi abuela: por alguna razón feminizamos las casas donde fuimos maternalmente felices. Estaba situada literalmente enfrente de donde comienza el Parque Independencia, en Rosario. Digo literalmente porque en una vereda estaba la casa de mi abuela y en la de enfrente el césped y los árboles. Era inevitable cruzar y patear una pelota. La casa de mis padres, por otro lado, era una casa de un barrio de los sesenta, por añadidura el barrio del Mercado de Abasto, que como casi todos los barrios del Abasto era tanguero, malevo, polícromo y futbolero. Jugábamos al fútbol con una pelota de goma marca "Pulpo", amarillo y ladrillo, de vereda a vereda. En la primera infancia la calle estaba empedrada, crecía el pasto entre las junturas de los adoquines e interrumpíamos el juego cada vez que un carro cargado de verduras fragantes pasaba tirado por un caballo. Vivimos una niñez apasionada, una niñez futbolera, de allí la pasión...". -¿Pero usted y Marcelo eran de escuela de fútbol o de barrio? "Nosotros éramos capaces de jugar en una cornisa a veinte metros de altura. Y con cualquier cosa. En el frágil patio vidriado de la casa de mis padres, con sus fatales consecuencias, en la terraza, en un garaje, en un "hueco" o en el atrio de una iglesia. Y jugábamos con todo lo que fuese capaz de levantarse del suelo, las tapitas de las gaseosas, balones hechos con trapos y terminados finamente con medias femeninas de seda, corchos de sidra, o bollos de papel con ideas malogradas y ajenas dentro" -Llama la atención eso viniendo de una familia tan tradicional de Argentina. Leí que definía su infancia con Marcelo como de "torrantes en la semana e intelectuales de fin de semana". "La palabra es "atorrante". Se trata de uno de los términos lunfardos que más atención han suscitado entre los estudiosos de la jerga dialectal porteña. Algunos sostienen que deriva del verbo "torrar", trabajo que demandaba solamente el simple esfuerzo físico de accionar una manivela para que los granos se tostaran al paso de una caldera. Otros, que proviene de los vagabundos que solían dormir en los grandes caños empleados para las obras sanitarias de Buenos Aires, en cuyo costado figuraba el nombre de la firma fabricante, A. Torrent. No es seguro el origen, aunque el segundo es más poético. Hoy se usa como individuo desenfadado y sinvergüenza, desfachatado. Lo que dije, y referido a mi caso, no a Marcelo, es que nuestra casa paterna, como lo he dicho, era muy de barrio, y la de mi abuela la de una familia acomodada. Mi abuelo Rafael, paterno, era un célebre abogado administrativista, de buen pasar económico. Durante la semana, entonces, "atorranteábamos", vagábamos, jugábamos a la pelota, nos agarrábamos a las "piñas". Los fines de semana íbamos a los clubes de la sociedad rosarina, como el Jockey Club, un poco a la manera de Eduardito Villaseca, el personaje de la deliciosa novela de Jorge Edwards "La Casa de Dostoievsky"; y en mi caso disfrutaba de la biblioteca oceánica de mi abuelo Rafael, treinta mil volúmenes de los que extemporáneamente extraía y usaba palabras que no entendía del todo y tristezas que comprendía perfectamente bien, como tuve ocasión de comprobarlo más tarde". -¿Por qué usted y Marcelo siguieron caminos tan distintos? "De Proteo el Egipcio / no te asombres / tú que eres uno y eres muchos hombres, escribió Borges. Tener profesiones distintas no es sinónimo de seguir caminos distintos. Están los valores, las actitudes frente a la dicha y la desdicha, la posición frente a la victoria y la derrota, el amor por la familia o la indiferencia, hasta qué límites es uno capaz de llegar por una convicción y de qué límites uno no pasa. Si fuésemos opuestos en estas materias podríamos decir que hemos seguido caminos "tan distintos". -A usted también le apodan "Loco". ¿Está más o menos loco que su hermano? "Sí, me llaman así. En mi país "Loco" es un individuo que hace cosas que no hace la mayoría que se autodenomina cuerda. No es una categoría clínica, sino cínica. Decir la verdad puede ser el pasaporte más expedito para que a alguien lo apoden "Loco" cuando la mayoría miente. Vestir de manera clásica igual, cuando la mayoría es frívola. No es un apodo original, y es bastante poco significativo. Y como no se trata de una categoría clínica, no es susceptible de juicios de grandeza o pequeñez". -¿Cómo siente el fútbol? ¿Qué tipos de equipos le gustan? ¿Adhiere a alguna escuela técnica? "Me gustan pocos equipos. El último equipo que me gustó, entendiendo por tal valores éticos y estéticos, éticos como el coraje, la confianza en las propias fuerzas y la nobleza en las herramientas; y estéticos como la precisión en velocidad, la repentización dentro de una base pautada, y el despliegue posicional dentro de un campo de juego, fue la selección argentina que dirigió Marcelo Bielsa. Me gustan los equipos verticales y cortos, que proponen continuamente variantes según las alternativas del juego en los que puedan convivir jugadores cuya virtud principal es la disciplina, con otros que sin olvidar algunas solidaridades indispensables sean capaces de dejarnos agradecidos de por vida con su magia intempestiva". -En "Cien años de vida en rojo y negro" repasa la historia de Newell's. ¿Qué lugar ocupa en la historia del club su hermano Marcelo? "Fue el técnico que más campeonatos le dio al club, surgido de sus divisiones inferiores, luego seleccionador nacional, un lugar intransferible, único y ganado a pulso en la historia grande del club. Subrayo grande, porque hace años que la historia de Newell's es menuda". -El último chileno que pasó por Newell's fue Juvenal Olmos. ¿Qué recuerdos quedaron de él ahí? "Era imposible para una persona seria y decente, con personalidad y ajena a los enjuagues y agachadas del fútbol aborigen, tener el tiempo suficiente como para poder trabajar lo indispensable para conseguir resultados positivos". -¿Qué opinión tiene de Eduardo López, el controvertido presidente de Newell's? "La peor". -¿Qué concepto tiene del fútbol chileno? "El profesionalismo no siempre es malo. La obsesión puede ser vista como un modo de la excelencia. La confianza en las propias fuerzas no necesariamente es soberbia. La ambición no es codicia si su objeto es digno. Tiene inmejorables jugadores jóvenes. Si interiorizan los conceptos vertidos y cursan un proceso de cuatro años. Estarán entre los cuatro grandes de Sudamérica". -¿Hay algún jugador histórico de Chile que recuerde y alguno que le guste en la actualidad? "Elías Figueroa, su elegancia y caballerosidad, Ignacio "Patillas" o "Chuleta" Prieto, por su manera de transportar la pelota con la vista alzada, Iván Zamorano, Ivo Basay, Marcelo Salas, Lucas Tudor, tantos... Hoy, Alexis Sánchez y un centrocampista que creo que juega en el Udinese, Isla". -¿Le sorprendió que Marcelo eligiera a Chile para retomar su carrera? ¿Es un paso arriesgado? "Chile es un país serio y Marcelo es serio. Es un país que cree en el trabajo, y Marcelo también lo es. Es un país que planifica y Marcelo también. En Chile la palabra empeñada tiene valor, es razonablemente paciente en un medio traspasado por la impaciencia, tiene una mirada sobre el mundo... No me sorprendió que eligiera Chile. El paso será calificado como arriesgado si no le va bien. En cambio, dirán que fue sagaz si le va bien. Así de fútiles son las cosas en este mundo. Confío en que haya sido un paso sagaz. Chile lo merece". -¿Se mantiene en contacto con su hermano? ¿Lo ve feliz en Chile? "No voy a responder a esta pregunta". - Por lo que usted ha visto, ¿concuerda con Marcelo respecto del potencial del fútbol chileno? "Absolutamente. Más que eso, tiene presente, según la acepción que se le dé a la palabra presente. A veces un buen resultado es una mecha húmeda. Otras, uno malo, es un arma cargada de futuro. Se trata de ver apenas por debajo de la superficie de las cosas". -En sus actividades ustedes tienen que manejar mucha presión y están siempre en el escarnio público. ¿Han aprendido cosas uno del otro en situaciones límite? "El escarnio es la actitud que menos acepto de mi exposición pública. No me gusta que me falten al respeto y peleo por él. No me molesta que piensen distinto, o que no compartan tal o cual rasgo. Tampoco lo que se suele llamar las antinomias no electivas, esas personas que no simpatizan con uno por razones atinentes sólo a su psicología. Pero no perdono el escarnio, porque cualquiera puede burlarse de cualquier cosa, desde Jesucristo a Mahoma, y porque cualquiera puede desarmar un reloj. Pero hubo un solo Jesucristo y un solo Mahoma, y pocas personas que sepan armar relojes. No sé Marcelo, pero a mí me gusta la presión y detesto el sarcasmo". - ¿Ve a Chile en el mundial de Sudáfrica? "Vivir y morir exigen una cuota de azar, o eso que los hombres llamamos azar por falta de paciencia para preocuparnos en comprender cómo procede la realidad. Chile va a ir a Sudáfrica porque va a tener esa cuota de azar, luego de haber luchado denodadamente para que la suerte ayude. Esto es una norma de vida, que trato de inculcar a mis hijos. "En mi país, "Loco" es un individuo que hace cosas que no hace la mayoría que se autodenomina cuerda. No es una categoría clínica, sino cínica". "Chile es un país serio y Marcelo es serio. Es un país que cree en el trabajo, y Marcelo es trabajador. Es un país que planifica y Marcelo también". "Hubo un solo Jesucristo y un solo Mahoma, y pocas personas que sepan armar relojes. No sé Marcelo, pero a mí me gusta la presión y detesto el sarcasmo". "Chile tiene inmejorables jugadores jóvenes. Si interiorizan los conceptos vertidos y cursan un proceso de tres o cuatro años, estarán entre los cuatro grandes de Sudamérica". "El profesionalismo no siempre es malo. La obsesión puede ser vista como un modo de excelencia". "No me sorprendió que Marcelo tomara Chile. El paso será calificado como arriesgado si no le va bien". "Más que potencial, Chile tiene presente (...) A veces un buen resultado es una mecha húmeda. Otras, uno malo, es un arma cargada de futuro". "Me gustan Alexis Sánchez e Isla, del Udinese". Una familia con marca registrada en Argentina El abuelo de los Bielsa, Rafael (1889-1966), fue un destacado jurista argentino del siglo pasado y el primer miembro del clan en alcanzar notoriedad nacional. De uno de sus hijos, Pedro Rafael, nacieron, en Rosario, la generación más exitosa de la familia: Rafael (55 años), es un abogado de larga trayectoria en el activismo político. En 1977 pasó dos meses en un centro de detención clandestina del gobierno militar, y en 1980 partió al exilio. Paralelo a su carrera política desarrolló una literaria, dividida mayormente en obras sobre derecho y poesía. Se adentró también en el fútbol con su libro "Cien años de vida en Rojo y Negro", que es una recopilación de la historia de Newell's, el club de sus amores. "Fue una experiencia maravillosa que escribí junto a un querido amigo, Eduardo van der Kooy, como una especie de pieza de piano para cuatro manos. Era tan lindo escribirlo que no queríamos terminarlo nunca. Podríamos escribir otro libro con las anécdotas vividas a propósito del primero. En estos momentos, la 'Editorial Norma' tiene en imprenta otro libro de amor y de fútbol: "Fuga y Misterio", que será publicado en agosto", comenta. La tercera hermana (el DT es el del medio), María Eugenia (49), es arquitecta, fue vicegobernadora de la provincia de Santa Fe y actualmente es concejal de Rosario. |
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN LIBREMENTE
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU
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