MARIELA HERRERA MUZIO
Enviada especial
CARACAS. La Presidenta Michelle Bachelet reconoció ayer ante su colega venezolano Hugo Chávez que existen diferencias entre ambos países, pero llamó a manejarlas con respeto y amistad, mientras el líder bolivariano abogó también por dejar de lado las divergencias para fortalecer los lazos históricos entre ambas naciones.
La Mandataria chilena y el gobernante de Venezuela se reunieron ayer en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, en el marco de una rápida visita oficial de Bachelet y cuando las relaciones políticas entre ambos gobiernos pasan por un renovado clima de tensión a raíz de un acuerdo del Senado chileno que motivó una enérgica reacción de rechazo de parte de Chávez.
Después de participar en la Cumbre Energética de Isla Margarita, donde Bachelet mantuvo fría distancia con el anfitrión del encuentro, este martes ambos presidentes se reunieron junto a sus equipos y posteriormente en privado, además de firmar algunos convenios bilaterales.
Entre los acuerdos suscritos destaca uno que reserva a Chile una parcela en la Faja Petrolera del Orinoco, que le podría garantizar en el futuro el suministro de importantes volúmenes de crudo, según la agencia EFE.
En la oportunidad, la Presidenta Bachelet fue condecorada con la Orden Gran Libertador y, tras agradecer la distinción, invitó a su homólogo a visitar Chile próximamente, fecha que será definida por las autoridades venezolanas.
Tras la frialdad mostrada en Isla Margarita, el ambiente entre ambos gobernantes algo se entibió, pero no llegó a aquella calidez y casi complicidad que existía antes que el mandatario caribeño criticara con dureza al Senado chileno.
Tras el esperado cara a cara de los líderes, ambos enfrentaron a la prensa chilena y venezolana, que repletaba el salón Ayacucho del palacio de gobierno, con un rictus de seriedad en sus rostros.
Bachelet leyó un discurso donde señaló: "Chile es hoy una democracia consolidada. Tenemos poderes del Estado soberanos y libremente elegidos por nuestros ciudadanos mediante elecciones libres y competitivas", dichos que fueron interpretados como una referencia al Senado nacional, días antes vapuleado por Chávez.
Y siguió la Mandataria: "Chile es también, señor Presidente, una república libre y soberana, y esto no es una cuestión de tamaño, somos un país pequeño, sino de dignidad, y es así como tenemos y queremos tener las mejores relaciones con la República Bolivariana de Venezuela".
"Queremos tener las mejores relaciones con la República Bolivariana de Venezuela y también las tenemos con Cuba y Estados Unidos. Esto no nos impide tener diferencias. De hecho, las hemos tenido en el pasado y seguramente las vamos a tener en el futuro", indicó.
"El deber de nuestra política exterior es respetar esa diversidad (y) esta diversidad podemos trabajarla entre todos los países en un clima de respeto y amistad", enfatizó la Presidenta.
Más explícito había sido antes el ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley, quien se refirió al tema tras salir del encuentro entre cancilleres y presidentes (tras lo cual Bachelet conversó a solas con Chávez).
En el salón Ayacucho, donde esperaban la prensa y el resto de la comitiva presidencial, el canciller chileno señaló que se había dejado en claro que había diferencias y que ellas debían respetarse. "Que tenemos caminos distintos y debemos ponernos por encima de eso. Aceptar esa diversidad y encontrar áreas de cooperación", dijo Foxley.
Cuando correspondió el turno a Chávez, fue el turno también de Francisco Miranda, Bernardo OHiggins y Simón Bolívar. Porque basándose en la historia común de Chile y Venezuela, optó por minimizar el affaire con el Senado chileno, diciendo casi al término de su prolongado discurso: "Las diferencias pongámoslas a un lado, las situaciones políticas de allá y de acá entendámoslas y dejémoslas allí. No permitamos que nos provoquen quienes pretenden alterar una relación que es histórica, que es profunda, que es del sentimiento, que es del alma".
Con la oposición
Antes de viajar anoche a Bogotá, donde hoy se reunirá con el Presidente Álvaro Uribe, la Mandataria chilena se reunió en su hotel con dirigentes opositores a Chávez, encabezados por el ex candidato presidencial Manuel Rosales.
Navarro critica en Caracas al Senado chileno
El senador PS calificó como "intromisión inaceptable" el acuerdo de la Cámara Alta que cuestionó la medida de Chávez de caducar concesión a TV opositora.
El senador socialista Alejandro Navarro, quien acompañó a la Presidenta Bachelet en su visita a Venezuela, declaró a la televisión caraqueña que el acuerdo del Senado chileno que pidió a la Mandataria protestar ante la OEA por la decisión del gobierno de Chávez de caducar la concesión al canal independiente RCTV constituyó "una intromisión inaceptable".
"Es lamentable que ese Senado del que formo parte haya tomado esa decisión, pero estoy totalmente convencido de que se trata de una actuación de la derecha del Senado, derecha que por lo demás se mantiene de manera antidemocrática", manifestó Navarro a Venezolana de Televisión (VTV).
El parlamentario de izquierda afirmó que dicho pronunciamiento "buscó enturbiar la visita" de la Presidenta Bachelet a Venezuela.
Navarro justificó también la reacción del gobernante venezolano, quien descalificó al Senado chileno.
"La respuesta del Presidente Chávez es comprensible, pues la actuación del Senado es de total intromisión en asuntos que sólo competen a Venezuela. Fue de alguna forma una violación a la soberanía venezolana", recalcó el senador PS.
Sin embargo, a propuesta de RN, la Cámara de Diputados chilena aprobó ayer un proyecto de acuerdo, por 35 votos a favor, 3 en contra y 2 abstenciones, que pide a la Presidenta que rechace las "expresiones injuriosas" de Chávez contra el Senado.
Lagos
El ex Presidente Ricardo Lagos aseguró que ni en Venezuela ni en Latinoamérica existe el "chavismo", sino solamente un presidente "carismático", con mucho dinero a su disposición y que carece de un sustento político sólido.
En entrevista con el diario "El Universal" de México, Lagos dijo que le "encantaría que todos (los países) tuvieran lo que tiene Hugo Chávez: la chequera", porque "así las cosas serían más fáciles" en la región.
Sin embargo, sostuvo que "el populismo" de Chávez "a la larga no paga, porque no está sustentado en una base sólida", agregó el rotativo.