Anverso de la moneda de 50 Centavos de 1873. Esta fue la primera moneda en Venezuela con la efigie del Libertador Simón Bolívar.

  • La Numismática, término que designa el estudio y coleccionismo de monedas y papel moneda emitido por una nación con el diseño oficial del país.

    Engloba también el coleccionismo de insignias, medallas y piezas afines. Durante siglos todas las monedas, salvo las de valor ínfimo, poseían un valor intrínseco, es decir, contenían una cantidad de oro o plata equivalente a su valor. Sin embargo, la mayoría de los países ha sustituido sus monedas de oro o plata por otras fabricadas con metales baratos, que no poseen ningún valor intrínseco.

    Las monedas, tanto las antiguas como las modernas, se coleccionan bien por su valor artístico, o como mero pasatiempo. El número de coleccionistas en todo el mundo se eleva a millones.

    Los coleccionistas de monedas buscan ante todo la belleza, la rareza y la historia que encierra cada una de estas piezas. A esto se añade la emoción que entraña buscar una determinada moneda, o el reto de identificar un ejemplar poco común. También disfrutan organizando y mostrando su colección. El mayor atractivo del coleccionismo reside en la posibilidad de encontrar monedas raras a buen precio y la esperanza de que la colección aumente de valor con el paso del tiempo. El valor de mercado de cualquier moneda, es decir, el precio que se paga por ella, está determinado por la ley de la oferta y la demanda: la cantidad de monedas disponible y el número de coleccionistas interesados en adquirirlas. Cuando una moneda se considera una pieza rara, su valor aumenta cada vez que cambia de manos. Un elemento esencial a la hora de determinar el valor de una moneda es su estado de conservación. Cuando la pieza se encuentra en perfecto estado, esto es, como en el momento de su emisión, su valor puede llegar a multiplicarse con respecto al de otra pieza igual pero gastada. La mutilación y el deterioro reducen notablemente el valor de la moneda. Los coleccionistas y vendedores de monedas tienen su propia terminología para describir el estado de conservación de las mismas: como nueva (FDC, del francés Fleur de Coin, 'moneda flor'), sin poner en circulación, extremadamente valiosa.

    Los coleccionistas comienzan por lo general su colección con las monedas de su país, que son las más asequibles. En este tipo de colección cada fecha o variación en el diseño cuenta como una moneda diferente: el objetivo es no sólo adquirir un ejemplar de cada variedad emitida, sino también ir consiguiendo piezas en mejor estado que las monedas ya encontradas. Sin embargo, el número de monedas en circulación es bastante limitado y el coleccionista debe recurrir al intercambio o la compra para completar una serie. Otra modalidad de coleccionismo muy popular consiste en reunir monedas antiguas. En lugar de buscar un ejemplar de cada fecha y variedad dentro de una serie, el coleccionista busca una sola moneda como símbolo de cada periodo o reinado. Este tipo de coleccionismo tiene especial interés, pues cada pieza es diferente y posee su propia historia. Cuando el coleccionista se interesa también por las monedas emitidas en otros países, su campo de acción puede abarcar decenas de miles de piezas.


Reverso de la moneda de 50 Centavos de 1873.

Antes de adquirir una moneda cara, los coleccionistas deben sopesar y analizar su compra con sumo cuidado, como se hace al comprar cualquier otro objeto de valor. Es preciso determinar su valor real en el mercado, es decir, la facilidad para venderla y a qué precio, así como su valor potencial. El coleccionista debe tener el conocimiento necesario para saber si una moneda es auténtica, o confiar en el criterio y la honradez del vendedor.
Los catálogos numismáticos proporcionan datos sobre los precios de las monedas; sin embargo, la información más actualizada y fiable es la que facilitan los vendedores que se anuncian en las revistas especializadas, así como la que aporta la Comisión internacional de numismática y la Asociación internacional de expertos numismáticos. Los coleccionistas pueden así comparar las ofertas de diversos vendedores. Para estar al tanto de las nuevas tendencias del mercado y compartir intereses y experiencias con otros aficionados, los numismáticos pueden adherirse a una asociación o club local.

El modo más elegante de exhibir la colección de monedas es el mueble con bandejas extraíbles. Lo más adecuado, sin embargo, es recurrir al sistema de álbum, con páginas de plástico dotadas de compartimentos individuales para cada moneda. Cuando la colección es muy grande lo mejor es emplear unas cajas especiales con estuches. Para conservar la colección en perfectas condiciones de seguridad es preciso tomar las mismas precauciones que con cualquier otro objeto de valor.