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Paula Vargas M.
Que la agricultura es un negocio difícil y de gran sacrificio, nadie duda. Pero la tierra tiene su imán, ello explica la diversificación de muchos grupos económicos que pasa por poner sus fichas en el campo. Hoy con las buenas proyecciones que tiene el sector, particularmente tras el boom en el precio de los cereales y la leche, muchos han reafirmado su afán por establecerse en este rubro. Pero, no es llegar y llevar.
A continuación, una selección de los campos más apetecidos, según corredores de propiedades del país y también de los mismos empresarios del sector.
El peso de la historia
De norte a sur, no son pocas las extensiones de tierra cotizadas por sus características agrícolas, plantaciones y calidad de su ganadería. En la zona norte, el campo productivo más admirado, según empresarios y corredores de propiedades agrícolas, es la que pertenece al empresario Jaime Perelló Arias, quien es dueño de la Hacienda Las Ventanas, en la III Región.
Esta propiedad cuenta con una superficie de aproximadamente 5.000 hectáreas, de las cuales más de 1.600 están plantadas con frutales, trigo y semillas de maíz para la exportación. Además, posee más de dos mil cabezas de ganado en el lugar. Aunque este último negocio no es el principal, ya que como señala Perelló, "la ganadería está pasando por un mal momento". De ahí que sus esfuerzos estén concentrados en el tema frutícola y los cereales.
Más al sur, Perelló cuenta que es propietario de otro fundo, nada menos que El Budi, propiedad de unos 3.100 hectáreas, que está ubicada en la IX Región y que no sólo es interesante por su actividad forestal, agrícola y ganadera, sino por su historia, al pertenecer anteriormente al ex presidente de la República, Arturo Alessandri. Jaime Perelló explica que se trata de una propiedad ubicada cerca de la costa y está dedicada en 50% a las plantaciones forestales, y el otro 50% restante a la actividad ganadera donde posee 2.000 cabezas de vacuno, y también agrícola, donde ha incursionado en plantaciones de berries, particularmente con el sembrío de arándanos.
Otra propiedad destacada es la Hacienda Las Canteras, de propiedad de la familia Matetic desde al año 1979, que tiene una superficie de más de cinco mil hectáreas, las cuales están dedicadas a la producción de bosques de pino insigne y a la crianza de 12 mil cabezas de ganado.
Según sus dueños, esta propiedad constituye un verdadero patrimonio histórico, por las características que posee, ya que hace 200 años perteneció a Ambrosio O'Higgins y después la heredó Bernardo O'Higgins. Como dato, esta hacienda actualmente posee los mismos deslindes de aquella época.
Pero la apuesta de este grupo por la actividad agroindustrial también los ha llevado a hacerse de otras extensiones de tierras, como el Fundo El Rosario. Un campo de aproximadamente 9.000 hectáreas ubicado en el valle del Rosario, entre Casablanca y San Antonio- que adquirieron en 1989, primero con la intención de realizar algún emprendimiento forestal o ganadero, pero optaron por producir vinos y quesos, además de aprovechar las instalaciones del campo para incursionar en el turismo.
Más al sur
Otro grupo que ha sabido 'hacerse' de buenas propiedades es Bethia. Con Carlos Heller a la cabeza, entre la VIII y X regiones ya suman más de 10 mil hectáreas en su poder, pero su centro neurálgico está en el fundo ubicado en San Carlos de Purén, donde el clan de Liliana Solari posee una de las lecherías más modernas y admiradas de América Latina, por el sistema de ordeña rotatoria y de alta trazabilidad.
Siguiendo con el recorrido, aparece una de las haciendas más grandes del país, pero ésta no necesariamente se enfoca en el rubro ganadero o agrícola, sino que entra en el terreno de las plantaciones forestales. Se trata del fundo San Lorenzo, ubicado en la VIII Región, en la zona cordillerana de Los Angeles. Desde 1981 pertenece al empresario forestal, Italo Zunino. Esta propiedad que supera las treinta mil hectáreas, y está valorada en unos US$ 40 millones, no se dedica sólo a las plantaciones de bosques, también cuenta con una operación ganadera, con la introducción de razas de vacunos estadounidenses de alta calidad, tras la compra de embriones traídos de Minnesota. Asimismo, Zunino se dedica a la crianza de caballos chilenos y en su criadero cuenta con más de un centenar de ejemplares.
En la IX Región un fundo importante por sus características ganaderas y forestales, es El Retiro, ubicado a 2 kilómetros de Melipeuco, cuenta con más de 3.500 hectáreas y es de propiedad del empresario Mario García, quien además es el dueño de Magasa, "una de las pocas mueblerías que van quedando en el país" aclara-, que abastece las principales tiendas comerciales y exporta a Estados Unidos, Argentina y Centroamérica.
García partió en este rubro hace más de 55 años, y aunque no se considera un "gran productor", posee uno de los predios más apetecidos al menos para las plantaciones de característica forestal.
Más al sur, en la X Región también están los denominados grandes empresarios lácteos, por algo esta zona se concentra el 70% de la producción lechera de todo el país. En Futrono, poseen bastas extensiones de tierras Gonzalo Vial y Agustín Edwards, este último posee unas cinco mil hectáreas, dedicadas principalmente a la producción de leche en la localidad de Futrono.
A los tradicionales productores lácteos en los últimos años se han sumados otros empresarios. Sólo por mencionar algunos nombres, está Juan Cúneo, quien a fines de 2006 adquirió un predio en la localidad de La Unión, el fundo Chiscahue, en aproximadamente US$ 2 millones. Pero la apuesta por la ganadería también sedujo al resto de las herederas de la familia Solari, es el caso de María Teresa, de quien comentan tiene un predio cerca de Puerto Octay, al igual que su sobrina María Cecilia Karlezi, hija de María Luisa Solari.
En la misma zona, Sebastián Piñera tiene otras 1.500 hectáreas dedicadas al negocio lácteo. A ellos se suma uno de los directores de Fonterra, Mark Townshend, quien adquirió 1.000 hectáreas también para criar ganado de ordeña.
Caso aparte es la famosa Hacienda Rupanco, de propiedad de las familias Abumohor, Saieh, Kauak, Díaz y Gutiérrez. Esta propiedad, de 48 mil hectáreas, posee 13 secciones dedicadas a la producción ganadera, con un total de 24 mil cabezas de ganado vacuno y ovino, alcanzando una producción de más de 40 millones de litros de leche promedio al año.
La mega propiedad ubicada en la X Región, cercana a Puerto Octay, además de praderas cultivables, cuenta con un gran atractivo turístico e inmobiliario, ya que bordea 45 kilómetros del lago Rupanco, donde se instalan exclusivos proyectos residenciales y turísticos.
Forestales y parques Aunque no se trata de campos de características agrícolas, conocidos son los empresarios que han adquirido grandes extensiones de tierra a lo largo de Chile para el turismo, como parques y reservas ecológicas, entre los que se encuentran el Parque Pumalín, del magnate norteamericano de Douglas Tompkins, quien posee más de 300 mil hectáreas. También está el parque Huilo Huilo, vinculado al empresario Víctor Peterman, el que se extiende por un territorio de más de 60.000 hectáreas. Pero si de grandes extensiones de tierra se trata también están las forestales. CMPC, de la familia Matte, por ejemplo, posee más de 600 mil hectáreas plantadas en el país, cifra que es sólo superada por el holding de empresas Arauco, del grupo Angelini, que posee más de 632.000 hectáreas dedicadas a las plantaciones forestales. El precio de la tierra
| Pero, ¿cuánto podría costar la hectárea promedio de este tipo de campos y predios agrícolas? Es la pregunta del millón, porque las variables en juego no son pocas, eso es al menos lo que cuentan los entendidos en estas materias. Según el corredor de propiedades agrícolas, José Errázuriz, en el valle central se podrían encontrar campos que tengan un valor de entre $ 12 millones y $ 15 millones la hectárea. Pero más al norte, entre la III y IV regiones el precio podría llegar a costar entre $3 millones y $ 5 millones la hectárea, "dependiendo de si tienen o no acceso al recurso hídrico, eso es determinante". En tierras donde se han establecido las forestales, entre la VIII y la IX Regiones el precio fluctúa alrededor de los $ 2 millones por hectárea. Pero más al sur, el valor de la tierra, producto del boom lechero, ha recuperado terreno, según comentan en Tattersal, en el último año el precio de la hectárea, al menos en la zona lechera (X Región) se ha incrementado hasta en un 25%, pasando de $ 2,6 millones la hectárea a más de $ 3,2 millones. | |