Según datos de la Agencia francesa del Medio Ambiente y Gestión de la Energía (ADEME), el control de la energía y el desarrollo de energías renovables en Francia han dado origen a un sector con unos ingresos de 33.000 millones de euros en 2007, y más de 220.000 puestos de trabajo.
Los objetivos fijados en marzo del año pasado por la UE establecían que, para el 2020, las fuentes de energía renovable deberían constituir el 20% del consumo total de energía primaria. En sintonía con estas recomendaciones, así como con las conclusiones de la reciente Cumbre Grenelle del Medioambiente, el gobierno francés se comprometió a hacer de la lucha contra el calentamiento del planeta una de sus prioridades durante su mandato al frente de la presidencia de la UE.
Según el Observatorio francés de la Energía, la producción eléctrica generada por fuentes sostenibles en este país correspondió aproximadamente al 12% del consumo total de energía en 2006. La energía hidráulica sigue ocupando el primer lugar del ranking con aproximadamente el 91% de la producción total de electricidad. La que generan los parques eólicos, por su parte, se ha duplicado, alcanzando el 3,5%. La energía procedente de la madera se mantiene estable en un 2,3%. Las energías fotovoltaica y térmica aumentan su cuota rápidamente: según ADEME, la capacidad de los paneles solares conectados a la red eléctrica se duplicó en 2006 (6.100 KWC en comparación con los 3.075 del año anterior).
La energía obtenida a partir del reciclado de residuos urbanos representa el 2,5%. Además, se prevé un creciente desarrollo de la producción de energía geotérmica, motivado por los elevados costes de los hidrocarburos de origen fósil empleados para calefacción doméstica. A todo ello, hay que añadir la energía generada por las bombas de calor y los residuos así como la biomasa.
En los últimos años, la actividad industrial sostenida ha provocado un incremento de la tasa de equipamiento, especialmente en el sector de las energías foto-voltaica y eólica. El impulso lo reciben principalmente de entidades como EDF Energies Nouvelles y de un nutrido grupo de pequeños inversores. Con vistas a integrar los retos medioambientales en la economía, el gobierno francés ha puesto en marcha un plan llamado Ecotech 2012, cuya ejecución será dirigida por el Comité Estratégico Eco-industry.
Las autoridades galas apoyan de forma activa este sector, fomentando tanto en hogares como en empresas, la instalación de equipos de ahorro energético y el uso de energía obtenida de fuentes renovables, mediante un sistema de bonificación fiscal que contempla la recuperación de hasta el 50% de la inversión en equipamiento. Ya son doce las regiones francesas que cuentan con Clústers dedicados a la generación de energía.
Philippe Favre, Presidente de la Agencia "Invest in France", comenta sobre el tema
Francia es el destino preferente para estas industrias: nuestro sistema de retribución de tarifas es uno de los más atractivos de Europa. Si a ello añadimos que nuestro país cuenta con una mano de obra altamente cualificada en materia de redes eléctricas, goza de un importante potencial en energía eólica, y acaba de impulsar un ambicioso programa a favor del uso de las energías sostenibles para los próximos 12 años, se puede afirmar que las oportunidades de negocio en el sector de la energía sostenible son reales y muy atractivas para el inversor.
Sin embargo, Alemania sigue siendo el país europeo a la cabeza de las energías renovables, paradójicamente la nubosa y lluviosa Alemania también es país líder en potencia solar instalada.
Fuente: Biodiesel Spain