La Copa Clerical quedará en manos del ganador en junio de este año. |
Este sábado empezó la primera copa mundial de fútbol clerical en El Vaticano, con 16 equipos integrados únicamente por sacerdotes y seminaristas de más de 50 naciones.
Es la primera vez que tantos países están representados en un mundial de fútbol.
El evento es organizado por institutos católicos en Roma, y se la ha bautizado con el nombre de la "Copa Clerical".
A fines del año pasado, el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de El Vaticano, había expresado su deseo de formar un equipo de católicos que represente a este país en la liga A del fútbol italiano.
Los mayoría de los partidos se jugarán en las canchas de El Vaticano; durarán una hora con un entretiempo, y la final será en junio, cuando concluya la Copa.
Autoridades del deporte en Italia, esperan que este torneo devuelva la imagen positiva del fútbol en el país, tras los recientes escándalos de violencia en las canchas.
"No pegarás"
Los sacerdotes están concientes de que el fútbol es un deporte de contacto, pero eso no significa de que se deba llegar a la violencia, por eso se han tomado medidas para bajar la calentura del momento.
Sacerdotes demuestran habilidades con el balón |
Los jueces usarán una tarjeta de color azul cielo, para mandar al banquillo por cinco minutos a quien cometa una falta.
Pero si eso no funciona, entonces tendrán que recordar las palabras del cardenal Pío Laghi, que minutos antes del primer partido, sentenció: "Van a jugar bajo la mirada de San Pedro, así que más vale que se comporten bien".
La importancia pastoral del deporte
Participantes y organizadores de la Copa Clerical comentaron a las agencias de prensa sobre la importancia y los beneficios de introducir el fútbol en el ambiente sacerdotal.
Hasta ahora ningún equipo ha usado "la mano de Dios". |
"Queremos llamar la atención de los actuales y futuros líderes de las parroquias y comunidades cristianas respecto a la importancia educacional y pastoral del deporte", dijo Edio Constantini, uno de los organizadores.
"Yo espero que la Copa genere un ambiente fraternal entre los jugadores y los equipos", expresó Emil Martin, jugador del equipo del Colegio Pontificio Urbano.
"Espero que cada uno de nosotros aprenda a ganar y también a perder, porque no todos sabemos hacerlo", añadió.
Y esa fue la lección que aprendió el equipo de la Universidad Gregoriana, integrado totalmente por sacerdotes brasileños, que fue abatido por el equipo del Colegio Madre de la Iglesia,de sacerdotes latinos, africanos y asiáticos con un marcador de 0-6.
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