Cirugía estética y consentimiento informado

El consentimiento de una intervención estética cubre las secuelas

Una mujer acudió a una clínica para practicarse una liposucción de la cara interna de los muslos. Terminada la intervención la paciente se encontró con la extremidad superior izquierda paralizada sin que el médico le diera mayor importancia. Pero las molestias continuaron hasta que finalmente le diagnosticaron lesión de plexo braquial izquierdo secundario por postura mantenida durante la intervención quirúrgica, parálisis del nervio radial y del tronco axilar, lesiones retiformas hiperpigmentadas en caras internas de ambos muslos y estado depresivo. Acudió a juicio solicitando una indemnización por las lesiones y por los 375 días que precisó para su curación. Y ganó el juicio parcialmente, dado que el Juzgado consideró, por un lado, que no todas las lesiones eran derivadas de la intervención y, por otro, que había firmado un consentimiento informado en el que constaba la posibilidad de que se produjeran las manchas hiperpigmentadas. No satisfechas con la sentencia ninguna de las partes, ambas apelaron y en esta segunda instancia la usuaria perdió totalmente el juicio. La Audiencia de Asturias, en sentencia de 22 de junio de 2006, valoró que el documento del consentimiento informado era exhaustivo, sin olvidar que la usuaria era médico de profesión y ya sufría depresión antes de operarse.

 

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Rodrigo González Fernández
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