La sobrevaloración de la juventud y el físico explican síndrome de la "mamá lola"
Cumplir años, llegar a los 40, 50 y hasta los 60 es un periplo que va marcando la vida de cada persona. Ocultar esa "experiencia" incita a un desequilibrio entre lo que soy y cómo me veo.
Quienes lo lograron dicen que estilo de vida, genética y fe ayudan a llegar a los 100 años
La sobrevaloración de la juventud y el físico explican síndrome de la "mamá lola"
Aprende a reconocer las señales del cuerpo dejando de lado la mente
El "estrés de fin de año" es algo construido por nuestra mente
Revisión de más de 160 estudios cuestiona los beneficios de reducir la ingesta de sal
Un spot de televisión mostraba hace un año a una adolescente que buscaba, desesperada, sus jeans por toda la casa. El fin de su búsqueda concluía cuando su madre abría la puerta principal y aparecía sonriente vistiendo la prenda en cuestión.
Poco común, pero real, muchas madres actúan hoy como sus hijas adolescentes en busca de una juventud eterna, lo que ante los ojos de los demás resulta incoherente.
En este tipo de situaciones se está ante un desfase que se produce cuando se pierde la conciencia de los ciclos de vida que se van viviendo y la persona queda pegada en una etapa previa y pasa a la siguiente, adoptando estilos que producen un ruido en la imagen de la persona y que salta a la vista de los demás sin mayor preámbulo.
"Generalmente esto se debe a traumas infantiles, que si no son tratados con el tiempo crean un desbalance entre la apariencia, su comportamiento y estado emocional", explica Fernando Marchant, psicólogo de Vidaintegra.
Es como la "típica mamá lola" o la mujer que apenas se casa, se convierte en una pacata señora, echándose más edad que la que tiene, por ejemplo, al bajar exageradamente la basta de sus faldas y vestidos o dejar de lado, el maquillaje y la preocupación por verse bien.
Es también lo que se conoce como el síndrome de Peter Pan que acuñó el psicólogo norteamericano Dan Kiley en 1983 y que se aplica tanto en hombres como en mujeres. Son aquellos que han quedado anclados a determinadas edades, adolescentes o niños y no admiten el paso del tiempo, no quieren crecer y siguen vistiéndose y actuando como si tuvieran 15.
Para Solange Bertrand, directora de la carrera de Psicología de la Universidad San Sebastián, el fenómeno sucede porque existe poca información sobre cada etapa vital, sus características y sus ventajas o desventajas, pero la causa más potente recae en la presión que ejerce una sociedad machista.
"En la publicidad hay una sobrevaloración hacia la juventud y la belleza en desmedro de otros temas como la experiencia y esto se ve reforzado en cada persona con la creencia que a cierta edad vas perdiendo posibilidades", declara.
Estas limitaciones autoimpuestas atraviesan varias áreas de la vida, pero principalmente se da en el trabajo y el amor. "La causa se debe a que aceptamos creencias estereotipadas que nos entrega la sociedad, pero que no necesariamente tienen que ver con la realidad objetiva".
Más allá de la apariencia
"Lo importante es el reflejo interno que se ve a traducir en una exterior hermoso, acorde con esa belleza que has invertido en lo emocional o espiritual. Así tus canas, arrugas, no serán avergonzantes sino parte de la vida no más", comenta Fernando Marchant.
En ese sentido, la apariencia no será determinante ni el espejo para representar ser la persona que se quiere ser. Por tanto, los especialistas aconsejan volcarse hacia una postura de agradecimiento sobre lo que se es, tiene o ha vivido y salirse del estereotipo, de la preocupación por el desgaste físico, para ocuparse del aquí y el ahora y no malgastar tiempo en un futuro que no llega.
"Disfrutar ahora y no mañana. Hoy tienes el paraíso, la bondad en este mundo, que no es malo ni tedioso como se quiere demostrar solo te tienes conectar y buscar esa belleza", reflexiona Marchant.
Al no hacerlo surgirá como consecuencia el miedo a la vejez y la persona comenzará a hacer de todo para impedir que ese paso del tiempo quede en evidencia, pero lo hará toda vez que exista un desbalance en su interior, un quiebre emocional no tratado.
"La palabra clave es integrar tus arrugas a tu experiencia, tus miedos con los no miedos, aceptar el tema del dolor y pararse sobre ellos. La vida siempre nos presentará situaciones duales -creación y destrucción-, pero siempre nacerá algo nuevo, recuerda que desde el punto de vista fisiológicos, estamos en permanente renovación", ensaya el psicólogo.
En esta línea, el verse bien o mantener la jovialidad dependerá mucho de la alegría, la risa, la flexibilidad del cuerpo y el placer con que se viva y en ese caso, los desfases entre la edad que se tiene y aparenta tendrán impresionantes resultados, más naturales y efectivos que cualquier artificio.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
- PUEDES LEERNOS EN FACEBOOK
CEL: 93934521
Santiago- Chile
Soliciten nuestros cursos de capacitación y consultoría en GERENCIA ADMINISTRACION PUBLICA -LIDERAZGO - GESTION DEL CONOCIMIENTO - RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL – LOBBY – COACHING EMPRESARIAL-ENERGIAS RENOVABLES , asesorías a nivel nacional e internacional y están disponibles para OTEC Y OTIC en Chile
No hay comentarios.:
Publicar un comentario