Las obras de AENA El coleccionismo de arte en la institución pública
En el ámbito público, la gestión de recursos, de los medios de comunicación, de puestos de trabajo, de un proyecto de eficacia, dan la imagen de un país, y esto tiene que ver con el arte y con la cultura.
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POR GUILLERMINA PERALES
Con el nombre de air _ port _ art, podemos ver una pequeña muestra de la colección de arte de la fundación AENA en Alicante, enLas Cigarreras. Y está prevista otra visión de esta gran colección en el MACA. En diferentes momentos, a lo largo de su historia, esta empresa pública española, vinculada al Ministerio de Fomento, con mayor o menor intensidad y eficacia en la creación de esta colección, toma conciencia de la importancia del arte como lenguaje universal.
Es curioso analizar la historia de la creación de una colección de más de 1.600 piezas de arte contemporáneo, de autores españoles e iberoamericanos, en el último tercio del s.XX y primera década del XXI, es como analizar la historia de la consideración del arte y la cultura en la sociedad española. Si esta colección se inicia con los nombres más premiados en los tiempos del franquismo, grandes murales para sus espacios públicos: Farreras, Vaquero Turcios, Amadeo Gabino, con la llegada de la democracia y el primer evento internacional organizado por España, los Mundiales del 82, se suceden una serie de reformas para acoger esta apertura a la modernidad. Había que dar una imagen progresista de España. En un momento en el que, además, la dirección de estas infraestructuras pasa de ser militar a civil. Se recurrirá a los artistas menos convencionales, incluso rechazados por la mentalidad que se quería superar, que habían apostado por una investigación más arriesgada y acorde con los desarrollos contemporáneos del arte: Tapies, Canogar, Gordillo, Palazuelo, Barjola, Guinovart, Clavé, Sempere,É.
Pero este primer impulso decae y durante un largo periodo no hay una coordinación clara para la adquisición de obras. Concurren una disparidad de criterios, más o menos arbitrarios, azarosos, dependiendo de los directivos del momento, no especializados en arte, por lo que lo coyuntural, es decir, los gustos personales, las amistades, las modas,É son los principios que van conformando un patrimonio artístico. A partir del 97, se inicia una nueva etapa con una catalogación de todo este capital artístico acumulado. Una mayor sensibilidad hacia el arte contemporáneo y un mayor conocimiento de su finalidad cultural y social renuevan toda esta labor de coleccionismo que culminará con la creación de la fundación AENA, en 2005. Se encarga a una licenciada en Bellas Artes, Ángeles Imaña, la realización de un inventario, quien comenzará un periplo por todos los aeropuertos encontrándose con verdaderas sorpresas, como un Tapies arrinconado en un pasillo... Obras que sin una catalogación y una consideración adecuadas, desde el conocimiento del arte, eran completamente incomprendidas. Es curioso cómo se puede pasar de la idolatría al desprecio más absoluto. Está claro que tanto una postura como otra se deben al desconocimiento. Pero ¿cómo se puede pasar de tener una imagen compacta, eficaz, en cuanto a transmitir una coincidencia con las corrientes vivas de su tiempo, a una imagen difusa, sin potencial competitivo en el medio de la comunicación global? En cierto modo, es la historia de la concepción de la cultura en este país.
Desde este momento, con un equipo mínimo, integrado en su mayoría por mujeres, con el apoyo de un comité científico, con nombres como José Guirao, Rafael Canogar, se abre una nueva etapa dedicada a la valoración, conservación y ampliación de una de las colecciones más importantes del país. Se organizan exposiciones, premios. Nos cuenta su directora, Teresa Díaz-Caneja, que los criterios de selección se basan fundamentalmente en la consideración del currículo del artista, la valoración de una trayectoria avalada por premios, presencia en galerías importantes, ferias, etc. La entrada de nombres menos conocidos se hace a través de su premio de fotografía.
El coleccionismo de arte a gran escala, en una institución pública, conlleva casi las mimas responsabilidades que las de un centro museístico, la conservación y divulgación del arte... Con la diferencia de que sus salas de exhibición son los aeropuertos, que aunque tengan mayor flujo de público que la mayoría de museos de arte contemporáneo, son espacios contaminados por multitud de interferencias que hacen de la visión del arte una actividad muy peculiar. No vamos a los aeropuertos a ver arte ni arquitectura, aunque su presencia sea evidente, pero si el paso por un aeropuerto puede convertirse en un mero trámite, a veces en un martirio, también puede ser un encuentro feliz, por qué no. Pero los grandes espacios de recepción de pasajeros cada vez poseen menos paredes donde colgar las obras, estudiados para el ahorro energético, para el flujo del personal por vías absolutamente saturadas de información, la obra tiene que competir con la gran dimensión, la señalética, carteles publicitarios, etc. El aeropuerto de Alicante, coincidiendo este año con la apertura de su nueva terminal, por fin, ve colocadas las esculturas que Eusebio Sempere diseñó para la fachada de la antigua terminal. Otras piezas de este autor alicantino son ubicadas en la zona de embarque de la nueva terminal, pero la concepción del espacio ha cambiado. Estamos ante grandes superficies abiertas, cuyos muros son transparentes, en un paisaje sin perspectivas lineales, de grandes alturas y dispersión de elementos, sin los órdenes claros en los que una escultura o arquitectura interior pueda situarse como eje visual. Cualquier intervención artística pierde su dimensión si no es diseñada para esta nueva concepción del espacio.
Esta colección de arte es una revisión a nuestra historia más inmediata, a la manera en cómo estamos construyendo nuestra imagen como sociedad, nuestra concepción de la cultura, de las relaciones y argumentos de conocimiento que influyen en el diálogo internacional, económico, social o de cualquier otra índole.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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