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Damos un paso determinante en la historia de la educación en Chile
La Jefa de Estado firmó la nueva Ley General de Educación, normativa que establece que ningún establecimiento que reciba financiamiento público podrá discriminar a ningún alumno por razones familiares, económicas, religiosas o de otra índole. Asimismo, prohíbe la selección de alumnos para el ingreso a los establecimientos que reciben subvención estatal hasta octavo año básico. Se incorporan, además, mayores exigencias a los establecimientos que impartan educación y la creación del Consejo Nacional de Educación, integrado por académicos, profesionales, docentes y estudiantes de la más alta excelencia.

Lunes, 9 de Abril de 2007

La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, destacó que la nueva Ley General de Educación, firmada en el Palacio de La Moneda, constituye el cumplimiento de "un compromiso adquirido ante el país y ante la comunidad educativa. Damos un paso determinante en la historia de la educación en Chile, un paso para un mejor futuro para nuestros niños y nuestros jóvenes", afirmó. Acompañada por los ministros del Interior, Belisario Velasco; Hacienda, Andrés Velasco; secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera- Gallo; secretario general de Gobierno, Ricardo Lagos Weber; Justicia, Carlos Maldonado, Agricultura, Alvaro Rojas, además de parlamentarios y otras autoridades, la Jefa de Estado dio a conocer los principales ejes sobre los que descansa esta nueva normativa legal. El primero de ellos consiste, afirmó, en "instituir la responsabilidad del Estado para que todos los niños y jóvenes de Chile tengan igualdad de oportunidades desde el inicio de la vida escolar". Es así que se asegura el acceso gratuito a 14 años de educación formal, desde pre kinder hasta cuarto medio. La Mandataria dijo que el segundo eje alude "al deber del Estado de velar por el derecho a una educación de calidad, imponiendo la definición de estándares rigurosos y exigentes, tanto en términos educativos como administrativos y de gestión". Agregó que en esa misma línea se encuentra el establecimiento de derechos y deberes de los miembros de la comunidad educativa. Afirmó que a partir de esta ley, ningún establecimiento que reciba financiamiento público podrá discriminar a ningún alumno por razones familiares, económicas, religiosas o de otra índole. Asimismo, se prohíbe la selección de alumnos para el ingreso a los establecimientos que reciben subvención estatal hasta octavo año básico. Un tercer eje apunta "a hacer más exigentes los requisitos para obtener el reconocimiento oficial a los establecimientos que impartan educación. Aún más, a partir de esta ley, los recursos públicos entregados a las entidades educativas deberán ser destinados, muy precisamente, al cumplimiento de la función educativa, porque para eso son los recursos públicos, para ser invertidos en educación y nada más que en educación y fiscalizaremos que así se haga", sentenció. En este contexto, aseguró que se propondrá que, en el futuro, "los establecimientos educacionales que reciban subvención del Estado, se organicen como personas jurídicas sin fines de lucro, para asegurar aún más que los recursos se gasten bien. Tenemos que seguir el ejemplo de una serie de sostenedores que hoy cumplen dicha función con esmero y transparencia". Un cuarto eje es la creación de un nuevo Consejo Nacional de Educación que reemplazará al actual Consejo Superior de Educación. Esta entidad deberá constituirse "en el organismo rector que sancione cuáles son los contenidos que la sociedad chilena quiere transmitir a las nuevas generaciones". Añadió que, por su importancia, "sus integrantes deberán ser académicos, profesionales, docentes y estudiantes de la más alta excelencia, reconocida ampliamente. Su composición contará con profesionales destacados que representen a los organismos representativos de los docentes y a la Asociación Chilena de Municipalidades". La Mandataria aseguró que estas nuevas reglas del sistema educativo son la base de una nueva arquitectura de la educación chilena, donde los pilares serán, en primer lugar, "una robusta superintendencia que fiscalice para garantizar el derecho a una educación de calidad, con atribuciones suficientes para cumplir con ese papel, proyecto de ley que enviaremos en los próximos 30 días". En segundo término, "el incremento de recursos financieros asociado a la más exigente rendición de cuentas y transparencia en el uso de los recursos públicos". Un tercer hito alude al "reforzamiento de la institucionalidad pública educativa para que, efectivamente, imparta educación de calidad para quienes más lo necesitan en Chile, los sectores populares y la clase media del norte al sur del país". Añadió que la nueva normativa, que modifica la Ley Orgánica Constitucional de la Enseñanza, LOCE, marca un paso significativo "en contra de la discriminación y a favor de la igualdad de oportunidades en la educación". Señaló además que estos cambios, "permitirán superar resabios autoritarios y fortalecerán la inclusión social, que es uno de los sellos de mi gobierno". La Jefa de Estado destacó que esta ley era un compromiso que el gobierno tenía con el país y la comunidad educativa, pero más importante que eso, era un compromiso "con nuestras más profundas convicciones republicanas y democráticas: en democracia, una ley debe su legitimidad a la soberanía popular y la actual LOCE claramente no cuenta con esa legitimidad. Su origen autoritario y su lejanía con las necesidades y las demandas de amplios sectores de la educación reclamaban la necesidad de reforma", manifestó. La Mandataria señaló que esta nueva ley constituye un primer ajuste con la historia, cual es "dotar de validez democrática a una ley que regula uno de los ámbitos más importantes de la actividad humana, como es la educación". Añadió que este proyecto representa una manera de deliberar sobre políticas públicas y es el resultado de un amplio y representativo proceso de discusión que todo el país conoce, en la que se vierten las ideas y el aporte de muchos. Recalcó, en este contexto, que "el año pasado abrimos un diálogo. Muchos dijeron que iba a ser un desastre. Sin embargo, creo que fue fructífero y necesario, porque es un diálogo sobre un tema que era importante para todos", explicó. Agregó finalmente que este diálogo constituyó "una reflexión y un trabajo en que se dio el espacio necesario a todos los actores comprometidos con la educación". Consignó, asimismo, otro hito que marca la ley: por primera vez se establecen derechos garantizados en educación y a la calidad de la educación.

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